sábado, 16 de mayo de 2015

LA CORPOCRACIA

COMO ALTERNATIVA DE ELECCIÓN PARA INTEGRAR EL CONGRESO DE LA REPÚBLICA

Ideas para lograr la reforma política del Estado Guatemalteco

                                                                                                                          Juan José Morales Ruiz

Antes de que nos llegue a calar la frase trillada de que la “democracia es el mejor sistema de gobierno, pero no es el adecuado para todos los pueblos”; y antes de llegar al extremo de romper el sistema constitucional, y de proponer la alternativa de coronar a un caudillo, consideremos otras propuestas para la reforma política al Estado guatemalteco. 

Para el caso del Congreso de la República, no creo que las propuestas de “elección directa” (sin la intermediación de los partidos políticos), ni la postulación de diputados a través de “comités cívicos”, sean medianamente propuestas que solucionen la crisis de ese organismo de Estado.

Las propuestas de reforma sin embargo, tienen en común destacar una realidad evidente en nuestra sociedad, y es el reconocimiento de que los partidos políticos no cumplen hoy en día con su papel de “verdadera intermediación entre el pueblo y el poder”, una ficción necesaria para legitimar nuestro sistema democrático. 

La crisis actual nos da la oportunidad, no solo de cuestionar la vigencia del sistema de “lista nacional”, y de la necesidad de la “representatividad partidaria”, sino nos permite hacer cuestionamientos más profundos de nuestro sistema electoral parlamentario, como puede ser la realidad de la “necesidad de una representatividad territorial” y la “necesidad de observar el principio de un voto por ciudadano”.

La propuesta de la CORPOCRACIA como alternativa para la integración del Congreso de la República, puede sintetizarse en un sistema de elección directa de un Congreso, integrado por 160 Diputados, a través de la elección directa que, de los mismos realicen a lo interno, las 160 organizaciones sociales más representativas (en número de integrantes y en incidencia) de la sociedad guatemalteca, que califique en forma permanente el Tribunal Supremo Electoral.  

Estas Organizaciones Sociales para poder proponerse como representativas de la sociedad guatemalteca ante el Tribunal Supremo Electoral, deben mostrar un sistema interno de elección de su delegado ante el Congreso de la República, en forma transparente y democrática, permitiendo incluso llegar a la revocatoria de la designación, de conformidad con las normas internas de cada organización.  

La vigencia del listado de organizaciones sociales representativas se debe actualizar anualmente por el Tribunal Supremo Electoral, la que al momento de determinar un cambio en el listado, notificará al delegado de la organización que cesa en sus funciones de representación al final del año, e invitará a la organización que entre en el listado de organizaciones sociales representativas, que realice la elección de su delegado, el que entra en funciones el año siguiente.  

Un reglamento interno del Tribunal Supremo Electoral, debe determinar los criterios de representatividad (membresía e incidencia), que servirán para evaluar la representatividad de las organizaciones, y las organizaciones calificadas como representativas, quedarán a su vez sujetas a la inspección del TSE.

La propuesta anterior, supone renunciar a una ficción de nuestro sistema republicano, y es la representatividad territorial, a través de los departamentos en que se encuentra dividido el territorio nacional, asignando adicionalmente en base al criterio del número de habitantes, representaciones adicionales.  Sobre esa ficción de representación territorial, copiada de otros sistemas democráticos, se construye la ficción de la representatividad de la democracia indirecta.   Sin embargo, hay que reconocer que, a diferencia digamos de las originales colonias estadounidenses, cuya organización a través de una representatividad estatal bajo un federalismo equitativo entre los estados, da origen practico al sistema de representatividad territorial, nuestro país es demasiado pequeño para ser eficientemente dividido en jurisdicciones, que requiera de una propia representación.. 

La bondad del sistema propuesto, indirectamente permite que la persona que más activamente participe en la vida ciudadana, a través de varias organizaciones sociales, pueda incidir con mayor peso en la vida política nacional, con relación a la persona que apáticamente menos participe. 

Los ejemplos de las organizaciones sociales más representativas por membresía e incidencia en la sociedad guatemalteca, pueden abarcar desde asociaciones voluntarias, asociaciones gremiales, asociaciones estudiantiles, asociaciones comunitarias, asociaciones políticas, asociaciones profesionales, asociaciones empresariales, y hasta asociaciones eclesiásticas, cada una de las cuales tendría derecho, al calificar como de las “160 organizaciones sociales más representativas de la sociedad guatemalteca”, a elegir un delegado ante el Congreso de la República. 

Como un beneficio indirecto de este sistema, a lo interno, y libre de presiones de tipo político y temporal, la organización parlamentaria interna, debe lograr hacer más eficiente el propio trabajo parlamentario.

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